Ordenación sacerdotal es siempre una llamada y un regalo de Dios
El Sacramento del Orden confiere los poderes y funciones de los obispos, sacerdotes y diáconos a los hombres que han sido ordenados. Usted es bienvenido a hablar con nuestro párroco si tiene un llamado al ministerio.
Cristo recordó a sus Apóstoles que debían pedir al Señor de la mies que enviara obreros a la mies. Los que buscan el sacerdocio responden generosamente a la llamada de Dios con las palabras del profeta: "Aquí estoy, envíame" (Is 6,8).
Esta llamada de Dios puede ser reconocida y comprendida a partir de los signos cotidianos que revelan su voluntad a los encargados de discernir la vocación.